martes, 6 de mayo de 2008

Que de mí no haya nada



Porque el barco hacia el infierno
pasa siempre por las noches,
en los mares de sangre negra
nadaré hasta agotarme.

Cuando mis brazos se entumezcan
y no queden mas palabras.
Cuando el cansancio sea mas fuerte,
que mi alma fatigada.

Rogare a los señores,
que deambulan por los suelos,
que se apiaden de mi pena
y acompañen mis pesares.

¡Que me envuelva en el oleaje,
de las aguas tenebrosas!
¡Que me lleve a lo profundo,
donde habitan los silencios!

Si este fuego que ahora siento
es el inicio de la hoguera,
Que me consuma hasta cenizas
y que de mí no haya nada.

¡Que se quiebren las tierras
que resurja la humareda!
Así me encuentro con el magma
primitivo de mi esencia.

1 comentario:

Unknown dijo...

me ha gustado mucho amiga...

yo mismo he sentido un río de volcanes sirculando x mis venas