martes, 18 de marzo de 2008

Jack


Voces mortales, ecos en mi mente.
Mente de niño abandonado.
Mente de inocencia quebrantada.

Pasado tortuoso,
condena que todavía cumplo.
Futuro con cadenas.
Recuerdo inconciente y enfermizo.

Sólo tu presencia logrará salvarme.
Sólo tus manos quitarán navajas de las mías.
Sólo tus labios podrán calmar mi sed.
Sed de venganza, de gloria y de muerte.

La imagen en mi recuerdo,
Es tortura infinita y penetrante.
Maternales engaños tuyos,
Mujer que ha parido lujuriosa.

Voces mortales, ecos en mi mente.
Mente de hombre perturbado.
Mente de locura interminable.

Ni tu presencia puede salvar mi alma.
Ni tus manos quitar las navajas de los cuerpos.
Tus labios sólo alimentan esta sed.
Sed de venganza, de gloria y de muerte.

jueves, 6 de marzo de 2008

Memorias de hoja


La lluvia acaricia mi cuerpo,
me suelto como queriendo volar
Sé que mi hora ha llegado,
pero aún así me siento plena.

He soportado fuertes tormentas
y soles muy intensos.
Nunca he desistido,
pero hoy debo saltar.

El tiempo ha marcado mi cuerpo
Me ha hecho madurar.
Ya no sólo veo a la gente pasar,
tengo otro mirada de la vida.

El otoño comenzó
y siento que estoy cambiando.
Aunque mi alma resplandece,
mi cuerpo refleja el cansancio.

El momento esperado llegó
y efectúo el ritual prometido.
Todo ciclo se termina,
pero otra nueva etapa comienza.

Las gotas de lluvia acompañan mi pesar,
mis días de hoja han terminado.
Caí, me has visto caer.
Te acercas y me tomas en tus manos.

Ahora, en el crepúsculo de mi vida,
puedo sentir que nada fue en vano.
Cuando tus tibias manos y tus piadosos ojos
me permiten, por primera vez y finalmente,
cerrar los ojos y dormir.